¿Qué puedo hacer para prevenir la periimplantitis? Una visión desde la planificación protésica.

La estabilidad de los tejidos periimplantarios a largo plazo, así como la prevención de problemas biológicos y funcionales son los objetivos principales cuando planificamos una rehabilitación con prótesis sobre implantes. Son muchos los factores influyentes en esta estabilidad tisular. En base a ellos y su repercusión clínica, podemos tomar una serie de decisiones prácticas que nos ayuden a minimizar y prevenir las posibles complicaciones, entre ellas, la cada día más prevalente periimplantitis.

Los factores influyentes en el éxito biológico en implantoprótesis no sólo se ciernen a cuestiones puramente quirúrgicas o relacionadas con procesos como, por ejemplo, el tratamiento de superficie del implante. Debemos ampliar nuestra visión y entender el peso fundamental que tiene la prótesis en sí misma en la prevención de la periimplantitis. En tanto en cuanto, con la prótesis, podemos favorecer la preservación de hueso crestal y la creación de una barrera mucosa de protección de la interfase hueso-implante, que será un gran medio de seguridad frente a la colonización bacteriana.

Alguno de los puntos que trataremos serán la importancia de planificar con la prótesis en la mente, partiendo de encerados diagnósticos que permitan acoplar un componente protésico de referencia al estudio radiográfico de la disponibilidad ósea y así conseguir una posición 3D del implante adecuada respecto al diente protésico. Esto permitirá diseñar prótesis higiénicas con mejor pronóstico frente a la periimplantitis. Así mismo, en el paciente desdentado total superior es crucial realizar un correcto diagnóstico protésico previo a la colocación de implantes, donde se analice el perfil estético y la línea de sonrisa, para evitar errores de planificación que condicionen diseños protésicos no higiénicos que condenan la biología de esos implantes.

Además, una correcta colocación apico-coronal del implante nos permitirá utilizar pilares con alturas adecuadas y con perfiles de emergencia estrechos, siendo respetuoso con los tejidos circundantes. Se generará una mayor cantidad de conectivo, guiando y engrosando los tejidos periimplantarios y favoreciendo la preservando del hueso crestal. Todo ello supondrá una gran barrera de protección de la interfase hueso-implante y un aumento de la predictibilidad del tratamiento.